Raúl, que es muy mañoso, quiso arreglarme el limpia parabrisas de mi coche y nos fuimos a un aparcamiento vacío para poder trabajar con tranquilidad.
Hasta aquí...todo normal....lo curioso es, que vino otro coche y se puso justamente al lado nuestro. Algo que me pareció bastante raro, porque aparcamos en una zona bastante alejada de la entrada del parking para estar tranquilos pues el parking estaba prácticamente vacío
El pequeño milagro apareció cuando mi amigo Raúl necesitó un aguja de coser, como herramienta, porque estaba intentado desatascar la salida del agua del limpia parabrisas con un palillo, y este era demasiado grueso.
En cuanto Raúl dijo: necesito una aguja de coser el señor del coche de al lodo nos la ofreció inmediatamente...porque ya la tenia entre los dedos.....
Nada más terminar de comentar esta historia....dos coches con sus matriculas capicúas se pusieron delante del nuestro!!!! y curiosamente eran el 6226 y el 6006
¿Un guiño del destino?
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